Su autor es un niño de nueve años llamado Vinny Ken Muramatsu de Oliveira. Me ha parecido muy interesante. Espero que os guste.
Cuando
yo tenía cinco años, mi madre tuvo una dolencia
de espalda y no podía permanecer
mucho tiempo de pie. Una tarde, después de almorzar, mi hermana de dos años, Dafne, se quedó dormida.
Yo estaba jugando a un videojuego, mi pasatiempo favorito. Cuando estaba en la mejor parte del juego, me acordé de mi madre, que siempre tiene que limpiar la casa. Ahora la espalda le dolía mucho y pensé que debía ayudarle y darle una sorpresa cuando se levantara.
Dejé de jugar, me fui a la cocina, me subí a una silla y empecé a lavar los platos. Había muchos platos, pero pensé que mamá podría dormir un poco más si hacía eso por ella.
Aún me hallaba lavando los platos cuando sentí
una mano en el hombro. Era mamá; me preguntó qué
estaba haciendo y le dije que le estaba ayudando a que se le
mejorara la espalda, y ella se echó a llorar. Entonces
me dijo que estaba muy contenta porque quería ayudarla.mucho tiempo de pie. Una tarde, después de almorzar, mi hermana de dos años, Dafne, se quedó dormida.
Yo estaba jugando a un videojuego, mi pasatiempo favorito. Cuando estaba en la mejor parte del juego, me acordé de mi madre, que siempre tiene que limpiar la casa. Ahora la espalda le dolía mucho y pensé que debía ayudarle y darle una sorpresa cuando se levantara.
Dejé de jugar, me fui a la cocina, me subí a una silla y empecé a lavar los platos. Había muchos platos, pero pensé que mamá podría dormir un poco más si hacía eso por ella.
Me abrazó y me dijo que Jesús era feliz por lo que estaba haciendo.
En la Primaria aprendí que debemos ser como Jesús. Nunca entendí muy bien lo que debía hacer para ser como Él, pero gracias a que ayudé a mamá, aprendí que el Espíritu Santo me ayudó a tener la idea de hacerlo cuando ella lo necesitaba. El Espíritu Santo me ayudó a
ser como Jesús.
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