miércoles, 18 de marzo de 2015

SEMANA SANTA: ARRESTO, JUICIO, MUERTE Y RESURRECCIÓN DE JESÚS

Veamos este vídeo sobre los últimos momentos de la vida de Jesús:


SEMANA SANTA: SAETA

La saeta es un canto popular que se ejecuta al paso de las procesiones. Se da en ella una comunicación con sentimiento profundo entre el que la canta y la imagen a la que va dirigida.
Escuchemos a Serrat que puso voz a estos versos de Antonio Machado:

Dijo una voz popular:
¿Quién me presta una escalera
para subir al madero
para quitarle los clavos
a Jesús el Nazareno?

Oh, la saeta, el cantar
al Cristo de los gitanos
siempre con sangre en las manos,
siempre por desenclavar.

Cantar del pueblo andaluz
que todas las primaveras
anda pidiendo escaleras
para subir a la cruz.

Cantar de la tierra mía
que echa flores
al Jesús de la agonía
y es la fe de mis mayores.

¡Oh, no eres tú mi cantar
no puedo cantar, ni quiero
a este Jesús del madero
sino al que anduvo en la mar!

¡Oh, no eres tú mi cantar
no puedo cantar, ni quiero
a este Jesús del madero
sino al que anduvo en la mar!

jueves, 12 de marzo de 2015

EL ARTE NOS ACERCA A DIOS: ÚLTIMOS MOMENTOS EN LA VIDA DE JESÚS

Hans Menling realizó esta pintura sobre el año 1470. En ella podemos ver distintos pasajes de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús.
Si pasamos el ratón, encima de las imágenes, nos explica el momento concreto a que se refieren. Pica en  http://roble.pntic.mec.es/jfeg0041/todo_reliduques/jesus/activi_jesus/pas/menling_pas.html.

EL ARTE NOS ACERCA A DIOS: PASIÓN, MUERTE Y RESURRECCIÓN DE CRISTO (ESCULTURAS)

Un año más nos acercamos al tiempo litúgico de Semana Santa y vamos a recordar los últimos momentos de la vida de Jesús. Lo haremos a través de la escultura.
La escultura es el arte de modelar, tallar o esculpir en barro, piedra, madera, etc. figuras de personas, animales o cosas. A lo largo de la historia del cristianismo ha habido escultores que han sabido plasmar muy bien las escenas vividas por Jesús. Vamos a ver algunas de ellas.

ENTRADA EN JERUSALÉN
 Jesús llega a Jerusalén con sus discípulos para celebrar la Pascua. El pueblo lo recibe con mucha alegría.
Placa de márfil. Milán. Siglo X

SANTA CENA
Jesús y los apóstoles se reunieron en la sala del Cenáculo para comer el cordero pascual. Es entonces cuando le lava los pies a sus discípulos y anuncia que uno de ellos lo traicionaría (Judas). En esta cena tiene lugar la institución de la Eucaristía.
Colonia. Siglo XVI

MONTE DE LOS OLIVOS
Después de cenar, Jesús se fue al Huerto de los Olivos para rezar.
Alonso Berruguete. Siglo XVI


PRENDIMIENTO
Estando Jesús en el Huerto de los Olivos llegó Judas con los soldados. Lo identificó con un beso y los soldados se lo llevaron preso.
Siglo XIII


PROCESO
Jesús es llevado ante Anás y Caifás que eran autoridades judías y luego ante las autoridades de Roma.
En casa de Poncio Pilato es azotado y coronado con espinas.
Jesús atado a la columna. Diego de Siloé.

CAMINO DEL CALVARIO
Jesús emprende el camino hacia el Monte Calvario cargado con una pesada cruz. Es ayudado por Simón Cirineo.
Cristo caído. Nicola Fumo. Siglo XVII.

CRUCIFIXIÓN
Es el momento más importante de la Pasión. Con el sacrificio, Jesús culmina su misión de salvar a la humanidad.
Obra realizada por Juan de Juni


DESCENDIMIENTO
En la tarde del Viernes Santo, José de Arimatea pidió permiso a Pilato para bajar de la cruz el cuerpo de Jesús. José es ayudado por Nicodemos y otras personas. María, la madre de Jesús está presente y también Juan.
Preciosa escultura de Begarelli

JESÚS MUERTO
El cuerpo de Jesús es envuelto en una sábana y depositado en una sepultura abierta en la roca.
En esta obra de Miguel Ángel, María sostiene en sus brazos a su hijo muerto

RESURRECCIÓN
Al tercer día después de morir, unas mujeres van a la sepultura y se la encuentran vacía. Jesús había resucitado.
Escultura de Pietro della Vecchia
Ahora veamos este vídeo.


lunes, 2 de marzo de 2015

CUENTO: ADALINA, EL HADA SIN ALAS (AMISTAD)


Adalina no era un hada normal. Nadie sabía por qué, pero no tenía alas. Y eso que era la princesa, hija de la Gran Reina de las Hadas. Como era tan pequeña como una flor, todo eran problemas y dificultades. No sólo no podía volar, sino que apenas tenía poderes mágicos, pues la magia de las hadas se esconde en sus delicadas alas de cristal. Así que desde muy pequeña dependió de la ayuda de los demás para muchísimas cosas. Adalina creció dando las gracias, sonriendo y haciendo amigos, de forma que todos los animalillos del bosque estaban encantados de ayudarla.
Pero cuando cumplió la edad en que debía convertirse en reina, muchas hadas dudaron que pudiera ser una buena reina con tal discapacidad. Tanto protestaron y discutieron, que Adalina tuvo que aceptar someterse a una prueba en la que tendría que demostrar a todos las maravillas que podía hacer.
La pequeña hada se entristeció muchísimo. ¿Qué podría hacer, si apenas era mágica y ni siquiera podía llegar muy lejos con sus cortas piernitas? Pero mientras Adalina trataba de imaginar algo que pudiera sorprender al resto de las hadas, sentada sobre una piedra junto al río, la noticia se extendió entre sus amigos los animales del bosque. Y al poco, cientos de animalillos estaban junto a ella, dispuestos a ayudarla en lo que necesitara.
- Muchas gracias, amiguitos. Me siento mucho mejor con todos vosotros a mi lado- dijo con la más dulce de sus sonrisas- pero no sé si podréis ayudarme.
- ¡Claro que sí! - respondió la ardilla- Dinos, ¿qué harías para sorprender a esas hadas tontorronas?
- Ufff.... si pudiera, me encantaría atrapar el primer rayo de sol, antes de que tocara la tierra, y guardarlo en una gota de rocío, para que cuando hiciera falta, sirviera de linterna a todos los habitantes del bosque. O... también me encantaría pintar en el cielo un arco iris durante la noche, bajo la pálida luz de la luna, para que los seres nocturnos pudieran contemplar su belleza... Pero como no tengo magia ni alas donde guardarla...
- ¡Pues la tendrás guardada en otro sitio! ¡Mira! -gritó ilusionada una vieja tortuga que volaba por los aires dejando un rastro de color verde a su paso.
Era verdad. Al hablar Adalina de sus deseos más profundos, una ola de magia había invadido a sus amiguitos, que salieron volando por los aires para crear el mágico arco iris, y para atrapar no uno, sino cientos de rayos de sol en finas gotas de agua que llenaron el cielo de diminutas y brillantes lamparitas. Durante todo el día y la noche pudieron verse en el cielo ardillas, ratones, ranas, pájaros y pececillos, llenándolo todo de luz y color, en un espectáculo jamás visto que hizo las delicias de todos los habitantes del bosque.
Adalina fue aclamada como Reina de las Hadas, a pesar de que ni siquiera ella sabía aún de dónde había surgido una magia tan poderosa. Y no fue hasta algún tiempo después que la joven reina comprendió que ella misma era la primera de las Grandes Hadas, aquellas cuya magia no estaba guardada en sí mismas, sino entre todos sus verdaderos amigos.
Autora: Andrea Juliana.

Este cuento nos enseña la importancia de la amistad.