domingo, 12 de enero de 2014
CUENTO EL LEÓN AFÓNICO (PAZ)
Había una vez un león afónico. Era afónico desde siempre, porque nunca
había podido rugir, pero nadie en la sabana lo sabía. Como desde muy
pequeño había visto que no podía rugir, había aprendido a hablar
sosegadamente con todo el mundo y a escucharles, y convencerles de sus
opiniones sin tener que lanzar ni un rugido, ganándose el afecto y
confianza de todos.
Pero un día, el león habló con un puerco tan bruto y cabezota, que no
encontraba la forma de hacerle entrar en razón. Entonces, sintió tantas
ganas de rugir, que al no poder hacerlo se sintió en desventaja. Así
que dedicó unos meses a inventar una máquina de rugir que se activase
sólo cuando él quisiera. Y poco después de tenerla terminada, volvió a
aparecer por allí el puerco testarudo, y tanto sacó al león de sus
casillas, que lanzó un rugido aterrador con su máquina de rugir.
- ¡¡¡GRRRRROAUUUUUUUUUUUU!!!
Entonces, no sólo el puerco, sino todos los animales, se llevaron un
susto terrible, y durante meses ninguno de ellos se atrevió salir. El
león quedó tan triste y solitario, que tuvo tiempo para darse cuenta de
que no necesitaba rugir para que le hicieran caso ni para salirse con
la suya, y que sin saberlo, su afonía le había llevado a ser buenísimo
hablando y convenciendo a los demás. Así que poco a poco, a través de
su tono amable y cordial, consiguió recuperar la confianza de todos los
animales, y nunca más pensó en recurrir a sus rugidos ni a sus gritos.
Autor.. Pedro Pablo Sacristán
Etiquetas:
Cuentos valores
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