-¡Buenos días, señor cuervo! ¡Qué bello plumaje tienes! Si el canto corresponde a la pluma, tu tienes que ser el Ave Fénix.
Al oír esto el cuervo, se sintió muy halagado y lleno de gozo. Para hacer alarde de su magnífica voz, abrió el pico para cantar, y así dejo caer el queso. El zorro rápidamente lo tomó en el aire diciéndole:
- Aprenda, señor cuervo, que el adulador vive siempre a costa del que lo escucha y presta atención a sus dichos; la lección es provechosa, bien vale un queso.
MORALEJA: No se debe dar crédito a palabras aduladoras que se hacen por interés.
Veamos el vídeo
1 comentario:
es bonito el video
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