martes, 15 de septiembre de 2015

EL RINCÓN DE LAS FÁBULAS: EL HOMBRE, EL NIÑO Y EL BURRO

Un hombre y su hijo iban con su burro de camino al mercado. Mientras andaban pasó un hombre de campo que dijo: -¿para qué es el  burro  sino para montarse?
Así que el hombre puso al niño en el burro y siguieron su camino, pero pronto pasaron un grupo de hombres y uno de ellos dijo: -Mira ese joven perezoso, deja a su padre caminar mientras él monta cómodamente.
Entonces el hombre ordenó al muchacho que bajara, y se subió él, pero no habían ido muy lejos cuando pasaron dos mujeres, una de ellas le dijo a la  otra: -¡Qué vergüenza, qué patán perezoso, cómo  deja que su pobre hijo camine mientras él va en el burro.
Bueno, el hombre no sabía qué hacer, pero al fin tomó a su hijo y lo subió delante de él en el burro. Para entonces habían llegado a la ciudad, y los transeúntes comenzaron a burlarse y apuntarles. El hombre se detuvo y preguntó  de qué se estaban burlando y los hombres dijeron: -¿No te da vergüenza de la sobrecarga que lleva el pobre burro contigo y tu hijo?
El hombre y el niño se bajaron y el hombre trató de pensar qué hacer. Pensó y pensó, hasta que por fin cortaron una vara, ataron los pies del burro a la misma, y levantaron la vara y el burro sobre sus hombros, iban entre las risas de todos los que los veían pasar. Cuando llegaron al puente del Mercado, el burro, con una de sus patas sueltas, dio un tirón y resbaló cayendo sobre el río y ahogándose. Esto provocó las caracajadas de todos los ciudadanos.
-Eso les enseñará, dijo un anciano que los había seguido.

MORALEJA: No intentes agradar a toda la gente, porque así nunca vas a complacer a nadie.


Veamos el vídeo siguiente.

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